Henry Tovar
LOS ELEMENTOS DE LA RACIONALIDAD EN LA PLANIFICACIÓN
Abordar el tema de la planificación en el contexto de la realidad actual, requiere comenzar por el señalamiento de un problema de principio. El problema de la percepción de la misma realidad. Sabemos que aquello que llamamos realidad o situación, no siempre se nos presenta como un concepto unívoco. Este es el problema inicial desde el cual se ha de construir una determinada racionalidad. Es decir, definir con cierta intersubjetividad, los aspectos de la realidad sobre la cual se pretende intervenir con cierta racionalidad. El acto de definir, esta consustanciado con el acto de valorar. La realidad, ya lo sabemos, es una categoría polivalente. Se define, necesariamente, como realidad para nosotros y desde nosotros. La globalización, por ejemplo, es un fenómeno que genera aceptación o rechazo, conforme se le justifique o se le padezca, desde el centro o desde la periferia. Conforme se pertenezca a los países del norte desarrollado o del sur subdesarrollado. También conforme a la formación política y social de quien la interpreta. Como fenómeno complejo e inacabado genera un desconocimiento parcial que, referido al ámbito académico se conoce con el nombre de residuos de indeterminación (la ignorancia compartida), lo cual también será un supuesto para lo que llamamos problematización. la realidad no es una percepción aséptica. Llegar a cierto consenso sobre los atributos que la constituyen, pareciera una función del principio de la racionalidad pretendida en la acción de planificar. La función de la planificación se inicia entonces con el diagnóstico de la realidad, con la definición de aquello que aparece como un problema, lo cual será el objeto de la problematicidad de la planificación. Es decir, la determinación de los métodos sobre los cuales se sustentará la acción de la planificación. Llegados a este punto inicial, parece necesario definir lo que constituye el acto de planificar.
APROXIMACIÓN A UN CONCEPTO GENERAL
No existe un concepto único. Existen
tantos conceptos, como enfoques de la planificación, es decir, como
interpretaciones de lo que debe ser la planificación. Ello ha dado origen a
conceptos, tales como planificación global, indicativa, imperativa, integral,
nacional, social etc. Los distintos enfoques representan también, modos de
abordar la naturaleza o la especificidad de los problemas, cuya problematicidad
esencial es, racionalizar el uso de recursos escasos para alcanzar objetivos
múltiples. En un concepto citado por Ander-Egg,
expresado en una publicación de las Naciones Unidas, se le ha definido
como "el proceso de elección y selección entre cursos alternativos de
acción, con vistas a la asignación de recursos escasos, en orden a obtener
objetivos específicos sobre la base de un diagnóstico preliminar que cubre
todos los factores relevantes que pueden ser identificados" (Diccionario
de Trabajo Social. Pág. 284. 1982). El mismo investigador, señala allí mismo
que, "establece procedimientos para la optimización de las
relaciones entre medios y objetivos y proporciona normas y pautas para la toma
de decisiones coherentes compatibles e integradas que conducen a una acción
sistemáticamente organizada y coordinadamente ejecutada."(Idem. Pág. 284).
Algunas interpretaciones distinguen entre planificación y gestión, y en ese
sentido se refieren a planificación y gestión como procesos de una práctica que
por su enfoque puede ser diversa. Este podría constituir un elemento general de
la racionalidad en la planificación. Es decir, la concepción metodológica y su
despliegue o instrumentación, como fases de un mismo proceso. Para finalizar
este aparte, tenemos que, una concepción bastante general debería incluir el
elemento con el cual ensayamos esta aproximación. Valga repetir, la necesidad
de utilizar metodologías que permitan una cercana aproximación a un concepto de realidad o situación.
Entonces, todo el proceso de planificación, indistintamente de su enfoque,
parece que debería contener, un diagnóstico de la realidad, una perspectiva
metodológica para su concepción y un conjunto de procedimientos para su
ejecución, incluidos en esta última, los medios para su evaluación.
Un elemento de la teoría de la
complejidad, sugiere la existencia de una cinegética, según la cual, "hay
un vasto número de procesos tanto en la naturaleza como en la sociedad que
tienden a su propia autoorganización." Definida también como
"la tendencia constante y espontánea de un sistema para generar patrones
de comportamiento global". (Física cuántica de Hernán Haken, Atlan,
Marturana). También en el campo de la física, después de los aportes de la
física cuántica, se discute la inexistencia de partículas elementales. Al
parecer no existe jerarquía entre las partículas conocidas. Todas ellas
tendrían una función complementaria, la cual determinaría la estructura de la
totalidad. Este fenómeno está expresado en un principio definido como de la auto consistencia (Chew, Capra, Bootstrap). Según esta teoría, también los procesos
sociales son afectados y podrían ser comprendidos a través de estos principios.
Resulta demasiado audaz pretender dar explicaciones mecanicistas de los
problemas sociales. Ya ocurrió en el pasado y sus intentos forman parte de la
historia de la filosofía. Pero incluso,
si asumiéramos que estos fenómenos físicos tienen su correlativo en la vida del
hombre, habría que señalar que también allí, la comprensión de esas dinámicas,
nada agregaría al problema fundamental ya planteado por los materialistas, según el
cual, los filósofos no han hecho más que explicar el mundo y de lo que se trata
es de cambiarlo. Por otra parte, la aceptación de tales postulados de la teoría
de la complejidad implicaría que el hombre es un objeto y no sujeto de su
historia, lo cual está en contradicción con el conocimiento y la vivencia que
tenemos de la misma historia. Si los conocimientos que hoy tenemos de la física
cuántica son ciertos, no son más ciertos porque hayan sido descubiertos
recientemente. Ello supondría una existencia anterior que permitiría
explicarnos por ejemplo al derrumbe del Imperio Romano y de todos los imperios
y de modo muy particular al feudalismo y a toda la Edad Media (principio de
autoorganización, y el de autoconsistencia). Incluso permitiría explicarnos las dinámicas
de todas las revoluciones sociales.
La complejidad del mundo es cosa
conocida con anterioridad a la teoría de la complejidad. La incertidumbre,
tampoco es mayor, porque sea nuestra incertidumbre. La historia del hombre
también ha sido la historia de la incertidumbre, y es ella la que le otorga
sentido a los universales de la cultura, explicados por la antropología.
El sentido de los universales, es comprensible como antítesis de una concepción
caótica del mundo. El hombre ha tenido
la necesidad de racionalizar a un mundo que carece de razones. Todas las culturas conocidas han tenido la
necesidad de darle sentido al mundo. Y
ese afán por racionalizar el mundo, es que lo explica en parte, la complejidad
social, política, económica y tecnológica del mundo contemporáneo. El hombre ha
tenido la necesidad de recrear al mundo, y eso podría vincularse al concepto de
artificialeza explicado en la teoría de la complejidad, conforme al
cual, "La naturaleza está deviniendo en artificialeza, el ámbito de lo
natural se agota amplificándose bajo el impulso de la creatividad humana que
más que eliminar construye una realidad dentro de esta."(Laszlo,
Hayles)
Otro concepto particularmente
importante dentro de la teoría de la complejidad o del caos, es la noción de
causalidad. Este negaría la comprensión de la realidad por la concepción de
algunas causas absolutas, suposición que también ha sido abordada por la
dialéctica materialista, la cual distingue entre causas absolutas y causas
relativas. El principio de la causalidad en la teoría de a la complejidad
parece bien sustentado, fundamentalmente con relación a la explicación de los
fenómenos físicos y naturales. Pero se contradice con relación al sentido que
otorgan a ciertos fenómenos y con relación a los conceptos que explicarían las
dinámicas sociales. Por ejemplo el principio de la amplificación por
fluctuaciones, señala que "Elementos simples, al entrar en estado
crítico pueden desencadenar procesos que cambian completamente las condiciones
del sistema."(Lorenz, Poincaré, Prigogine). Es decir se admite la
existencia de unas causalidades iniciales, aunque no sean las que determinen
finalmente la alteración completa de un sistema. Esto valida la concepción de una causalidad
relativa y podría permitir la suposición de cierta capacidad para controlar
cierto tipo de variables. Ello supone también la validez de los conceptos
racionales que permiten la intervención sobre determinados procesos. Parece que
el error de los teóricos de la teoría de la complejidad, consiste en suponer el
carácter universal de sus conceptos, con lo cual, todo intento de racionalidad
pareciera inútil.
Planificar desde la concepción de la
complejidad, podría suponer, admitir la
imposibilidad de racionalizar, con cierta relatividad, los procesos que
les son propios. Explicaría también el fracaso reiterado de los procesos de
planificación en Venezuela y en Latinoamérica. Pero a su vez, haría
incomprensible a los procesos exitosos que se
dan dado, sin ir muy lejos, en el siglo XX, y los que aún se desarrollan
en las sociedades abiertas, industrializadas y supercomplejas del mundo
contemporáneo. Ello ha hecho pertinente el concepto de la viabilidad. Conforme
a cierta racionalidad, los planes y determinados proyectos, pueden ser posibles
o imposibles, viables o inviables, sustentables y autosustentables e insustentables. De modo que, la comprensión
de la complejidad de los fenómenos sociales es la que justifica todo intento de
racionalizar. Es la que hace posible una concepción de la planificación
como posibilidad de "aplicar la inteligencia para tratar los hechos y
las situaciones como son y para encontrar un modo de resolver los
problemas"(Nehru). Una jerga de la planificación, da cuenta de su
propia concepción de la complejidad.
Esa complejidad a la que aquí hemos
aludido, es también la que da sentido el surgimiento de muchos enfoques y
perspectivas orientados a explicar y enfrentar una realidad heterogénea. Esos
diversos enfoques han surgido para dar respuesta a ciertas realidades. El proceso de
desarrollo de América Latina, su complejidad y sus retrocesos, no podían
seguirse abordando con las prescripciones de una concepción normativa. No
obstante, ninguna de las concepciones, entendidas como formula única, parece estar en capacidad de proporcionar explicaciones autosuficientes para problemas
de la planificación.
Conforme a los estudios y seguimientos
de IVEPLAN, en la actualidad (1988) el debate académico y las prácticas
sobre planificación y gestión se centran
en las modalidades normativa, estratégica, corporativa, estratégica,
situacional, prospectiva, comunicacional y gestión de la calidad en América
latina. La primera es un enfoque fundamentalmente dirigido hacia la gestión de
los procesos de desarrollo, impulsados fundamentalmente desde el CEPAL y desde
el ILPES. Es una propuesta, al parecer necesariamente indicativa cuando el
sujeto de operacionalización es el Estado. Utiliza la integración operativa de
técnicas de proyección de tendencias con técnicas de programación a mediano
plazo. Mientras que la concepción estratégica corporativa es una
concepción orientada a la solución de problemas, considerando recursos
financieros, resultados y opciones estratégicas para cada área de la
organización. Se inicia con un análisis ambiental para conocer sus debilidades
y fortalezas. El diagnóstico del ambiente determinará la elección de sus
estrategias. El enfoque comunicacional parte del principio de que lo
fundamental es la capacidad para crear redes comunicativas que faciliten el
acuerdo y la acción cooperativa. Obviamente, cada uno de estos enfoques parece responder a
determinadas necesidades. Pero no parecen
constituir castas enemigas. Parece que ningún problema de realidad puede abordarse
desde percepción de la monotematicidad y de la monotécnicidad. La necesidad de
enfrentar la complejidad debe dar origen a un proceso racional fundado en la
complementariedad, hasta donde sea posible y compatible. Si algo nos enseña la
teoría de la complejidad es un principio conforme al cual el estudio y la
intervención sobre la realidad no pueden abordarse desde la
monodisciplinariedad, sino desde la
interdisciplinariedad de todos los campos del saber. La costumbre griega de
parcelar la realidad, constituye todavía una estimable cualidad. La diferencia
estriba en que la formación de los griegos era multidisciplinar y
generalista, tal como lo demandan hoy
las necesidades de la sociedad contemporánea. Formar más generalistas y menos
especialistas.
EL MODELO DE PLANIFICACIÓN NACIONAL EN EL CONTEXTO DE LA MUNDIALIZACIÓN
Uno de los más importantes temas de
discusión actual lo constituye el efecto disgregador de la mundialización, En efecto
esta nueva etapa
del capitalismo, ha tenido entre
algunas de sus más inmediatas consecuencias, el debilitamiento de los
estados nacionales. Y
junto a ello, el desmantelamiento
de los proyectos nacionales (políticos, económicos, sociales) de los países en
vías de desarrollo. Desmatelamiento y
privatización de industrias, aperturas indiscriminadas de sus mercados,
subordinación a las pautas financieras del mundo desarrollado. Sustitución de
modelos comunicacionales, educativos, legales y adopción de modelos transnacionales que tienden a unificar la cultura
internacional. Pero, paradójicamente,
ensanchando las diferencias entre países desarrollados y subdesarrollados, poseedores y
desposeídos, centro y periferia, modernidad y atraso.
Este proceso, aparentemente
irreversible, y con características benéficas potenciales para la humanidad, tiende a pervertir o destruir los
contrapesos que generan los necesarios equilibrios para cualquier sistema. La
riqueza de la cultura universal es la consecuencia de la multiplicidad y la
variedad de fuentes que la nutren. Las universidades nacionales de los países
en vías de desarrollo tienen ante sí el reto de generar las reflexiones que
conduzcan a generar modelos alternativos de integración, sin sumisión. Tienen
la responsabilidad de convertirse en los custodios de la cultura nacional. Y por otra parte, la responsabilidad de
generar niveles académicos que nos permitan acceder y acrecentar los
conocimientos y tecnologías que permiten la competencia internacional. El cómo
hacerlo, tiene sus premisas en la necesaria definición de un modelo económico
alternativo fundado, invariablemente, en nuestra realidad nacional y en
nuestras posibilidades de integración
sub-regional, en el poblamiento y desarrollo de nuestro propio territorio y en
la complementariedad de las economías sub-regionales. Venezuela, por ejemplo,
no puede ígnorar los influjos geoeconómicos que se derivan de su vencidad con
Colombia, del mismo modo que Colombia tampoco puede ignorar la reciprocidad de
esos influjos. El problema de Latinoamérica, parece evidente, ha sido su
fragmentación, su aislamiento interior, y su intercambio con polos extremadamente desiguales de
desarrollo.
La planificación del desarrollo de
las regiones tiene que considerar la potencialidad y las oportunidades de
complementariedad de las regiones vecinas más próximas. Esto concepción del
desarrollo, parte de la misma premisa con la que se abordó en Venezuela, desde
los años sesenta, el desarrollo
intraregional. Es decir, la concepción de desarrollo nacional, parte del
concepto de desarrollo de la región, como elemento integrador, ordenador y
complementario de los recursos, energéticos, comunicacionales, poblacionales,
asistenciales, necesarios para hacer sustentables determinados planes de
desarrollo. Esta concepción a la vez que social y económica consolida las bases
de la integración nacional y sub-regional. Estos conceptos (planificación
nacional y sub-regional), parecen contrarios a los paradigmas del libre
mercado, predominantes en materia de planificación, los cuales suponen que la
sub-región puede generar desarrollos autónomos, interactuar con diversos polos
económicos, al margen de regiones contiguas y de un proyecto nacional y con
actores distintos al Estado. Tal pretensión es contraria a la persistencia del
Estado nacional y a la posibilidad de un Estado supranacional. Peor aún, constituye la posibilidad cierta de
nuevos procesos de fragmentación y desarticulación social y política, como los
que dieron origen a Uruguay, Paraguay, y Centroamérica. Amén de la
profundización de nuestra dependencia.
La enseñanza que se desprende del
proceso de globalización es la necesidad de generar respuestas racionales a
eventos que se nos presentan como fatalidades. Los procesos planificados de integración
regional, constituyen una respuesta racional a las tendencias desreguladoras de
la economía y a la apertura indiscriminada del libre comercio. También una
respuesta a la institucionalización de la injerencia y la intervención a escala
global. La planificación debe constituir un elemento para hacer posible la
integración sub-regional y la participación de sectores sociales, hasta ahora,
excluidos del desarrollo nacional.
Parece evidente que la racionalidad
es una construcción. Su cualidad parece tener orígenes en la propia
complejidad, a veces, antecedida por el despliegue del caos, y de diversas
lógicas borrosas. Parece consecuencia del principio de autoorganización e
incluso del principio de artificialeza, que recrea e imagina realidades. Se
explicaría por la generalización, interacción y conectividad de estructuras
semánticas que buscan su espacio de autoconsistencia, autosemejanza o
fractalidad. Semántica y fractalidad serían lo mismo. Elementos fractales o
semánticos de la planificación, serían la planeación, el plan, la programación,
la planificación normativa, prescriptiva e indicativa o la planificación
estratégica, corporativa, regional y local, o la planificación estratégica
situacional, o la planificación regional centralizada o bien la planificación
prospectiva desde un marco indicativo, o bien la planificación comunicativa o
la planificación desde el enfoque de la calidad total, enfoque global, etc. Cada uno de estos elementos, vistos
desde la fractalidad, constituyen rizomas o líneas de segmentariedad, desde las
cuales construyen su propio significado.
Parece evidente, dijimos, que la
racionalidad es una construcción, que
busca también su autopoiesis en un proceso de recursividad infinita "que
vuelve sobre sí mismo en bucles, en rizos, en espirales creativas" del
mismo modo como Hegel concibe la historia.
No obstante, se afirma que, "El rizoma es un sistema acendrado, no
jerárquico y no significante, sin general, sin memoria organizadora o autómata
central, definido únicamente por una circulación de estados" (Principios o
Características de... Deleuze, Guattari) Conforme a esta distinción, el rizoma
territorializa, segmenta, estratifica y otorga significados. En su proceso de
segmentación, y territorialización, codifica y significa, pero en su tránsito
elíptico, ¿curvo?, en su recursividad, reconstruye, decodifica, ¿se niega así
misma? Y vuelve a codificar, ¿en un
proceso dialéctico? ¿De que modo, el concepto de rizoma explica la vida útil
del proyecto? La vida útil del proyecto de nación, fundación y refundación o
transformación? Creemos que el
principio del rizoma se desencadena por
la acción de elementos contrarios en estado de inestabilidad. Parece evidente
que la prolongación del segmento es una variable determinada e indeterminada y
multidimensional. Responde a unas determinadas necesidades y a nuevas
necesidades. Se afianza de modo transitorio por la correlación de fuerzas sinergéticas, que
inicialmente, se orientan de modo disipativo hasta confluir en un nuevo estado
predicado, o bien, impredicado, es decir, en estado final amplificado por
diversas fluctuaciones. Esta característica de la complejidad, condiciona los
procesos de planificación, los cuales se condicionan por dependencias múltiples
o diversos grados de sensibilidad. La sustentabilidad de un proyecto, por
ejemplo, podría depender no sólo de su rentabilidad económica o bien social, sino
también de la viabilidad y la permanencia de un conjunto de programas que
animan un determinado modelo de desarrollo. Dependerá también de la estabilidad
económica de un sistema, o de la sensibilidad con la cual reacciona un sistema
por causa-consecuencia de sus
debilidades estructurales. Esto hace posible que la planificación pueda ser
desplegada, organizadora y reoganizadora. Permite que pueda ser afectante y
afectada. Organizada y autoorganizada. Normativa y eventualmente situacional,
necesariamente alternativa y ocasionalmente disfuncional. Puede ser predictiva
e impredecible. Adoptable, adoptada y adaptable. Permite que se construya a
partir de lógicas borrosas, de propiedades emergentes y de resonancias
mórficas.
Parece que lo dicho hasta este punto
agrega elementos novedosos, nuevos conceptos, para la comprensión y la
reinterpretación de realidad de los problemas sociales. Parece que, partiendo
de los mismísimos conceptos de la modernidad, pretende negarla. Parece que no
es posible construir nuevos conceptos partiendo de la nada. Parece que desde
los presocráticos, hasta los postmos, la construcción de conceptos es una
expresión de rizomas, fractales y autosemejanzas. Identidad y desarraigo. Tesis
y antítesis, para lograr una nueva síntesis, es decir una nueva autopoiesis.
Pareciera que estamos reinventado el concepto de polis, en el cual, la arkhé no
se concentra en la cúspide de la organización social. Pareciera que en materia
de planificación, buscamos retornar al ágora, a la planificación desde lo
local, de un modo distinto, pero con ese sentido esencial.
1- Ander, Egg
"INTRODUCCIÓN A LA PLANIFICACIÓN"
1995 Editorial Lumen Buenos Aires. Argentina
2- Ander, Egg
"DICCIONARIO DE TRABAJO SOCIAL"
1982 Editorial El Cid Editor de Venezuela C.A.
3- Contreras, Manuel
"ENTREVISTA CON EL CAOS"
1996
Diario
"El Espectador." Bogota 28/01/96
4- Escobar, Arturo
"GLOBALIZACIÓN, DESARROLLO Y MODERNIDAD
5- Marcuse, Peter
"EL LENGUAJE DE LA GLOBALIZACIÓN"
6- Rubio, J. V. "PRINCIPIOS O
CARACTERÍSTICAS DE LA COMPLEJIDAD"
Internet.
Dirección: redcom@colciencias.gov.co
7- Steinner, George
"PLANEACIÓN ESTRATRÉGICA"
Cía. Editorial
Continental. México S.A.
8- Iveplan
"PLANIFICACIÓN Y GESTIÓN: De la Teoría al Método"
1993 Publicaciones Iveplan.
Caracas- Venezuela
9-
"DOS IDEAS CENTRALES DEL PARADIGMA CIENTÍFICO
DE LA ÉPOCA DE EINSTEIN: PARADIGMA
E INCERTIDUMBRE"
10- Villanueva P. Juan
"SOBRE LA COMPLEJIDAD EN TORNO A EDGAR MORÍN"
11-Matos A, Luis
"COMO GARANTIZAR LA GOBERNABILIDAD ES SISTEMAS
COMPLEJOS"
12-Rodríguez G, R. "LA
UNIVERSIDAD LATINOAMERICANA EN EL SIGLO XXI"
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